Castellote, 22 de marzo 2020
Noveno día de confinamiento por Covid 19
Echar de menos la normalidad
Y los días pasan iguales y cada uno es diferente. Los minutos pasan lentos y a la que me doy cuenta es hora de comer, cenar y no me apetece cocinar. Los ratos pasan entre pena y risas de niños, entre juegos, abrazos y cariño. Y me acuesto en la cama llena de buenos propósitos que se funden con el día, que se escapan entre mis dedos como arena del desierto, como agua de lluvia.
Y se echa de menos la rutina normal, el ajetreo de la semana, el dormir hasta tarde el sábado y el domingo. Se echan de menos los planes, los cafés en el bar, hablar con un vecino, caminar libres por el pueblo sin destino.
Y saldremos, saldremos todos al final a florecer, a sentir el sol en la piel, a tocarnos el alma con sonrisas y manos.
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